Alejandro se lo pasó muy bien en su cumple. Le pusimos la tarta con su número tres y sopló la vela muy bien, después lo quiso otra vez y al final terminamos cantándole cumpleaños feliz tres veces para que soplara la vela cada vez. La moto que le regaló su tita fue sobre todo el regalo que más le gustó, se quiso montar en ella y la abuela Paqui lo llevó a la calle para que se paseara con su regalo nuevo.
Ale está muy bien, es muy feliz y de salud está muy bien. Hacemos los ejercicios que nos mandó Mayka de vez en cuando y va al cole de Raquel los martes, ahora que ha vuelto ella de vacaciones. Lo que pasa es que se notan cada vez más las carencias, no me importa, pero reconozco que se le notan. Si alguien le pregunta algo, cuantos años tiene, si Santi es su hermano, cualquier cosa, él no lo comprende y se queda mirando sin contestar. Conmigo responde de diferente manera porque me dice ¿qué? pero no me comprende. No se puede hablar con él como se espera que te hable un niño de 3 años o de dos años y medio. Él tendrá, intelectualmente hablando como mucho 1 año y medio, incluso su cuerpo tampoco es el de un niño de tres años. Veremos si en el cole con tantos niños alrededor suyo interactuando con él aprende un poquito.
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