En Enero me dijo Rosario si quería que llevaramos a Ale a unas sesiones de terapia con caballos. Yo no lo claro y como se que Ale es muy prudente le dije que el peque no iba a querer, que ni se iba a acercar al caballo.
Aún así fuimos, yo pensé que no estaríamos allí ni diez minutos, pero no fue así. Al enano le encantó la experiencia, se fio por completo de su profe Mariola y del mundo. Fue muy bonita la experiencia y a él, en contra de lo que yo pensaba le encantó. Hemos repetido durante todo el mes de Febrero gracias a Rosario que se lo ha regalado.
Ahora que estamos en Marzo hemos decidido que siga con las clases y le hemos apuntado. Va a su clase super contento.
El último día de las sesiones que le regaló Rosario se montó en un caballo muy grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario