miércoles, 17 de diciembre de 2008
Cómo empezó todo
Alejandro nació el once de Agosto de 2007, de un parto provocado, ya que cuando fuimos a monitores nos dijeron que el corazón de mi bebe iba demasiado deprisa. Nació un bebito precioso y todo fue bien hasta el primer mes, cuando le detectaron un soplo en el corazón y una hernia inguinal. Para poder operarlo lo tuvimos que llevar al cardiólogo para que le hicieran un ecocardiograma y nos dijeron que el soplo no era tal, era un ligero estrechamiento supravalvular de la aorta, nos recomendaron ir a ver al médico de dismofología genética. Tras la operación, de la que salió nuestro bebe perfectamente, fuimos a ver a este médico, el doctor Gonzalez Meneses,un médico jovencísimo con cara dulce y una amplia sonrisa. Aquella visita y la cantidad de emociones que viví allí en una sola hora es algo que aún no he olvidado y creo que no olvidaré jamás. Nada más entrar y mientras yo desnudaba al bebe nos preguntó si le habían dado calcio al niño en el hospital (la hipercalcemia es una carasterística de este síndrome). No sabíamos nada de que hubiera que darle calcio y no nos habían dicho nada. Me sentí un poco culpable porque soy muy despistada y cosas que otras madres saben a mí se me pasan por alto y este es mi segundo hijo. El doctor nos dijo q él no estaba seguro pero que creía que por características en la cara de mi bebe y por el estrechamiento supravalvular de la aorta era bastante problable que Alejandro tuviera una enfermedad rara llamado síndrome de Williams. Creo que nunca he estado tan concentrada en las palabras que alguien me decía. Yo, tal y como iba escuchando lo que nos decía, iba pensando que estaba equivocado, mi bebe estaba bien, yo no le veía nada anormal, nada raro, nada que me hiciera pensar que no era un niño como los demás. Teníamos que hacerle la prueba de Fish, una prueba genética que nos diría si le faltaba la elastina en el cromosoma 7 que es la causa de este síndrome. Nos explicó que desde que se hace la prueba hasta que te dan el resultado pasan unas tres semanas y que para los padres se hacen unas semanas interminables..( a mí me da igual, pensé yo; sé que está sano). Nos fuimos a casa y comenzamos a buscar información en internet. Al día siguiente le sacaron sangre para la prueba que nos habían mandado y a esperar. Decidimos no decírselo a nadie para no preocupar a la familia cuando sabíamos que estaba sano. Pero con el paso del tiempo y la información que íbamos obteniendo de la enfermedad yo veía cada vez más claro que tenía todos los rasgos. Cara de duendecillo, poco tamaño , me pasaba el día midiéndolo y mirándolo a ver si encontraba algo que me dijera q sí o q no. Cuando pasaron dos semanas yo ya estaba convencida de que Alejandro tenía el citado síndrome, ya no me hacía falta el resultado de la prueba, no obstante nos lo dieron pocos días después. Venía en catalán, pero estaba claro, además Santi, mi marido, sabe catalán y me lo leyó. No me sentí ni más triste ni menos. Ahora lo difícil era contárselo a toda la familia y a los amigos.
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¡Hola Ale! Soy la tita Mayte, me he emocionado mucho al leer lo que tu mama ha escrito en este blog. Quiero decirte que te quiero muchísimo, que el día que me entere que tenias lo que tienes llore mucho y pensé, ¿porque? ¿porque a el?, pero las cosas son así, pasan porque tienen que pasar y no hay que buscar explicaciones ni porques y tu no vas a ser menos feliz, ni menos querido por los tuyos por tener un cromosoma diferente. Además, con esa carita que tienes, esos ojos, esa sonrisa y esa dulzura es difícil no quererte y es difícil pensar que algo dentro de ti es distinto al resto de las personas. Yo creo o quiero creer que lo que tienes va a ser tan leve que apenas se notara y que tu, con mucho esfuerzo por supuesto, conseguirás tener una vida plena y normal y de todas formas, si me equivoco, que espero que no, tienes una gran familia que te quiere mucho y te va a apoyar, va a estar a tu lado y os va a intentar ayudar en todo lo posible, a ti, y a tus papas y tus hermanos por supuesto, para que nunca os falte nada.
ResponderEliminarHoy me contó la abuelita que ayer cuando llegaste a su casa empezaste a decir “ayte”, “ayte”, que es así como tu me llamas, y la abuelita te decía: “no Ale, la tita Mayte no esta”. ¡Que alegría me dio cuando me lo contó la abuela! Y que alegría me da cuando llego y te veo y me sonríes de esa forma, cuando me echas los brazos para venirte conmigo. Y que alegría me dio el otro día cuando te vi en el suelo dando tus primeros pasos, para mi claro, que yo no sabia que ya dabas pasitos.
También quiero decirte que tu prima Marta te adora, siempre esta hablando de ti y cada vez que te ve solo quiere estar a tu lado. Mi Ale, dice ella siempre que habla de ti.
Quiero también decirle a tu mama, aunque supongo que ya lo sabe, que estoy aquí para lo que haga falta y que le agradezco mucho que pensará en mi para llevarte el otro día a tus clases, que me hizo muy feliz poder acompañarte y ver lo que haces. Que me gustaría poder ayudar cada vez que a ella le haga falta. Y que alguna vez, cuando tu mama, simplemente tenga ganas de descansar un ratito, solo tiene que traerte a casa de tu tita Mayte, que aquí estaremos Marta y yo esperándote y deseando pasar un ratito contigo.
Un beso muy fuerte Ale. Te queremos mucho.
Mayte.