Algo que contar.

Después de tanto tiempo sin acercarnos a nuestro blog hoy he decidido no dejar pasar ni un día más sin contar cada cosa que nos va pasando en esta experiencia que nos regala Ale cada día. Antes de nada quiero dar las gracias a todos los que me habeis animado y me preguntabais que había pasado para dejar de escribir. Primero pasamos unos momentos un poco difíciles en los que yo pensé que no estaba haciendo todo lo que podía o que todo lo que yo hacía no era suficiente y pensé que Ale se estaba estancando por mi culpa...no andaba, no podía quitarle los pañales, no me comprendía. Ese pensamiento se me pasó. Yo lo hago lo mejor que puedo y que sé, y lo llevo a que lo atiendan los mejores médicos además de sus tres clases semanales con Mayka y Raquel que son profesionales y saben lo que hacen.
Cuando pasé esta fase entré en otra que ha hecho que tampoco me pase por aquí a contar lo que nos pasa. Pasó que no tenía nada que contar. Empecé a pensar que no nos había pasado nada importante. Hice un video de los juguetes con los que practico los ejercicios con Ale y justo al terminarlo me pareció muy poca cosa, como una insignificancia y decidí no subirlo. No creía que pasara nada destacable y por ello nunca tenía ganas de encender el ordenador. Recononozco haber entrado en un estado de apatía que me ha hecho olvidarme de todo incluido el correo. Pero estando en clase de Raquel se me antoja contarle un montón de pequeñas cosas que Ale hace, con lo cual he decidido que esas pequeñeces son grandes acontecimientos en mi vida y en la vida del enano que merecen la pena ser contadas.