El lunes castigué a Ale sin salir a jugar con los amigos porque no había trabajado en el cole. Le vino muy bien ya que al día siguiente me dijo la maestra que había hecho las actividades requeridas y que había puesto a Ale a leer en clase y que lee muy bien.
Escuchar esas palabras fue un soplo de aire fresco. Es como si alguien que me viera trabajar con Ale me dijera que voy por el camino correcto, me ha aportado otra tanda de fuerzas para seguir intentandolo día a día.
Ahora empiezo a estar orgullosa de lo conseguido y veo que aunque nos queda mucho ya hay un duro camino que nos hemos recorrido.
¡¡Muy bien Ale!! ¡¡Lo vas a conseguir!!
Hola
ResponderEliminarGracias por compartir tus experiencias e historia ...
slds, Ricardo